Perro adulto

¿Cuándo se considera adulto un perro? Guía clara para cuidar mejor de tu compañero

¿Cuándo se considera adulto un perro? Más importante de lo que parece

En España, casi la mitad de los hogares con perro reconoce que no tiene del todo claro en qué momento su mejor amigo deja de ser cachorro y pasa a ser adulto. Y no es un detalle menor: de esa transición dependen su alimentación, sus necesidades energéticas y, en parte, su salud a largo plazo.

Parece una pregunta sencilla: ¿cuándo es un perro adulto? Pero la respuesta no es tan simple como decir “al año de vida”. Depende de su tamaño, de su raza, de cómo ha crecido e incluso de su estilo de vida. Vamos a desgranarlo paso a paso, con calma y con rigor, para que sepas exactamente qué hacer con tu perro.

¿A qué edad un perro se considera adulto? Depende (y mucho) del tamaño

La primera clave para saber cuándo tu perro es adulto es su tamaño. Los perros pequeños crecen rápido; los gigantes, en cambio, van a otro ritmo.

Perros pequeños y mini (hasta 10 kg)

Ejemplos: Chihuahua, Yorkshire Terrier, Bichón Maltés…

  • Juvenil / cachorro: hasta los 8–10 meses.
  • Adulto: aproximadamente desde los 10–12 meses.
  • Algunos se estabilizan completamente hacia los 12–14 meses.

Perros medianos (10–25 kg)

Ejemplos: Beagle, Border Collie, Bulldog Francés grande, algunos mestizos muy habituales en España.

  • Juvenil / cachorro: hasta los 10–12 meses.
  • Adulto: suele considerarse a partir de los 12–15 meses.

Perros grandes (25–40 kg)

Ejemplos: Pastor Alemán, Labrador, Golden Retriever.

  • Juvenil / cachorro: hasta los 14–16 meses.
  • Adulto: alrededor de los 16–18 meses.

Perros gigantes (>40 kg)

Ejemplos: Mastín Español, San Bernardo, Dogo Alemán.

  • Juvenil / cachorro: hasta los 18–20 meses (a veces más).
  • Adulto: desde los 18–24 meses, según el caso.

Resumiendo: no todos los perros son adultos al año. Un Labrador de 10 meses no tiene las mismas necesidades que un Chihuahua de la misma edad. Ajustar la alimentación a esta realidad es clave.

Más allá de la edad: señales de que tu perro ya es adulto

La edad es una guía, pero hay otros signos que ayudan a confirmar que tu perro ha pasado a la etapa adulta:

  • Físicamente estable: ya no pega esos estirones repentinos; su altura y peso se mantienen más constantes.
  • Cambio de cuerpo de “bebé” a “atleta”: menos redondez de cachorro, más musculatura definida (si hace ejercicio adecuado).
  • Comportamiento algo más calmado: sigue juguetón, pero suele regular mejor los niveles de energía… aunque siempre hay excepciones.
  • Menos comidas al día: pasa de varias tomas a 1–2 raciones diarias de mantenimiento.

¿Significa eso que deja de ser juguetón? En absoluto. Muchos perros adultos se comportan como “cachorros eternos” en sus ratos de juego, y es totalmente normal. Lo que cambia es el fondo: su organismo ya no está construyéndose, ahora toca mantener.

Qué cambia en la nutrición cuando tu perro se vuelve adulto

El paso de cachorro a adulto no es solo un cambio de saco de pienso; es un cambio completo de enfoque. El alimento de cachorro está formulado para:

  • Aportar más energía por ración.
  • Tener un perfil de calcio y fósforo específico para el desarrollo óseo.
  • Favorecer un crecimiento intenso en poco tiempo (en razas pequeñas).

En la etapa adulta, las prioridades giran hacia:

  • Mantenimiento del peso ideal (evitar sobrepeso).
  • Cuidado articular y muscular, sobre todo en razas medianas y grandes.
  • Salud digestiva y una buena calidad de heces.
  • Calidad de piel y pelo, un gran indicador de salud interna.
  • Higiene bucodental, a menudo olvidada.

Por eso, no conviene alargar el pienso de cachorro “por si acaso”. Suena prudente, pero a la larga puede favorecer el aumento de peso y sobrecargar articulaciones, especialmente en perros medianos, grandes y gigantes.

Errores comunes al pasar a alimento de perro adulto

Hay fallos que se repiten mucho y que son fáciles de evitar:

  • Cambiar demasiado tarde: mantener pienso de cachorro cuando el perro ya es adulto, con exceso de calorías innecesarias.
  • Cambiar de golpe: hacer el cambio de pienso en un día y provocar diarreas o molestias digestivas.
  • No ajustar la cantidad: seguir dando “a ojo” o poner la misma ración que cuando era cachorro.
  • Elegir un pienso de adulto poco equilibrado: centrarse solo en el precio y no en la calidad de ingredientes y nutrientes.

Lo ideal es hacer un cambio de dieta gradual en 7–10 días, mezclando poco a poco el nuevo pienso de adulto con el anterior, y ajustar la ración según el peso, la actividad y las recomendaciones del fabricante.

Cómo elegir un buen alimento para perros adultos

Un buen alimento de mantenimiento para perros adultos debe buscar el equilibrio: cubrir todas sus necesidades sin excesos y con ingredientes de calidad. A nivel práctico, fíjate en:

  • Fuente de proteínas animales de calidad (por ejemplo, pollo o ternera deshidratados).
  • Cereales integrales como arroz integral, cebada o trigo integrales, que aportan energía de liberación gradual y fibra.
  • Perfil de minerales adecuado para apoyar huesos y articulaciones.
  • Formulación pensada para piel y pelaje, con ácidos grasos y vitaminas que los favorecen.
  • Ausencia de conservantes y colorantes artificiales, así como de ingredientes modificados genéticamente (OMG).

Recomendación experta: un pienso completo de mantenimiento para perros adultos

Si tu perro ya ha alcanzado la etapa adulta y buscas un alimento equilibrado para su día a día, una opción muy interesante es Bacdog Mantenimiento Adultos Profesional Plus.

Se trata de un alimento completo de mantenimiento para perros adultos de todas las razas, diseñado para la nutrición diaria equilibrada y el bienestar general. Sus beneficios clave incluyen:

  • Promueve la salud ósea, articular y muscular, algo esencial para perros de tamaño medio y grande que ya han dejado atrás la etapa de crecimiento, pero siguen activos.
  • Favorece una piel y un pelaje saludables, gracias a una formulación cuidada que ayuda a que el pelo se vea brillante y la piel se mantenga en buen estado.
  • Apoya la higiene bucodental, ayudando a mantener la boca en mejores condiciones en el día a día.

Entre sus ingredientes principales destacan pollo y ternera deshidratados como fuente de proteína animal, y arroz integral, cebada y trigo integrales como base de carbohidratos complejos y fibra. Además, está libre de conservantes y colorantes artificiales y no contiene productos modificados genéticamente (OMG), lo que encaja muy bien con quienes buscan una nutrición más natural y transparente para su perro adulto.

En resumen, es una formulación pensada para acompañar a tu perro en su etapa de mantenimiento, ayudándole a mantenerse en su peso ideal y a disfrutar de una buena calidad de vida.

Resumen rápido: ¿tu perro ya es adulto?

  • Fíjate en su tamaño: pequeños (10–12 meses), medianos (12–15), grandes (16–18) y gigantes (hasta 24 meses).
  • Observa si su crecimiento se ha estabilizado y si muestra un comportamiento algo más maduro.
  • Cuando llegue el momento, pasa a un buen alimento de mantenimiento para perros adultos con una transición gradual.
  • Elige un pienso con proteínas animales de calidad, cereales integrales y sin artificios innecesarios.

Conclusión: el paso a la vida adulta, una oportunidad para cuidarle mejor

La etapa adulta es, para muchos perros, la más larga de su vida. Acertar en cuándo considerarlo adulto y cómo alimentar esa nueva fase puede marcar la diferencia entre un perro que “va tirando” y un perro que se mantiene ágil, con buen peso, pelo brillante y ganas de jugar durante años.

No se trata solo de cambiar de saco de pienso: se trata de entender que tu perro ha cambiado de fase y que, igual que tú no comes como cuando tenías 15 años, él tampoco lo necesita.

Ahora te toca a ti: ¿en qué etapa dirías que está tu perro y qué cambios de alimentación estás valorando para acompañar mejor su vida adulta?

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